Con mas pena que gloria.

Con mas pena que gloria, de nuevo en Bangkok. No llevo ni 4 horas y ya tengo ganas de marchar. Como he llegado a eso de las 16h ya no me ha dado tiempo a ir a visitar nada de modo que me he dedicado a pasear entre la muchedumbre y el caos de las tiendas, los bares y los carteles de Khaosan Road hasta llegar a agobiarme, para lo cual no ha tenido que pasar mucho tiempo, claro. Esto de pasar de la naturaleza a la urbe como siempre, me resulta un shock. Anhoro Ton Sai!! Quiero volver!!!!
Llegue alli el martes por la tarde desde Khao Lak. No fui en autobus publico sino en minibus, pues aunque mas caro era supuestamente mas rapido. No me apetecia perder mas tiempo, no queria retrasarme mas en llegar a Ton Sai. Nacho, fanatico de la escalada, me habia hablado de este lugar, me lo recomendo encarecidamente. Ya entendi el por que. Es una pequenha bahia a la que solo se tiene acceso por mar o por un senderito desde la playa de Railay, una de esas llenas de turistas. La de Ton Sai esta rodeada por unas altas paredes de roca que se alzan entre la frondosa vegetacion y de las que cuelgan unas chorreras de formas enrevesadas . Monos, mariposas enormes, pajaros azules, luciernagas (desde ninha que no veia una, que bonitas!!) y mosquitos, cientos de mosquitos. Por la noche la banda sonora la componen el crick-crick de los grillos y el croak-croak de las ranas, ademas del estrepito de los generadores de electricidad (solo la hay por la noche) cuando pasas cerca de ellos. No hay coches, no hay motos, no hay bicis. No hay necesidad.
La calle principal es un camino, una caleya alrededor de la cual se ubican los distintos resorts de bungalows, sus restaurantes, algun colmado, puestos de pancakes, un par de bares, los carteles que anuncian psicoblok y cursos de escalada y poco mas. En la playa , mas bares. La mayoria son tipo chill out, con plataformas de madera sobre las que hay mesitas bajas, alfombrillas y cojines en el suelo. Algunos incluso tienen columpios que cuelgan de las ramas de los arboles que les dan sombra. Abunda el reggae, los dibujos psicodelicos, los letreros coloridos y la decoracion esmerada. Por la noche las antorchas de fuego iluminan la playa. Dan luz a la entrada de los sitios y sirven para encender las cariocas o el baston y hacer malabares. La primera noche que pase alli me fui a uno de estos sitios a cenar y a escribir un ratito. No pude evitar el balancearme en un columpio ni en pedirle prestadas unas cariocas a uno de los camareros que jugaba en la arena. Estuve malabareando un poco y al rato el chico me animo a hacerlo con fuego. Como sabeis, nunca antes lo habia hecho y era algo que tenia pendiente. Esta era mi oportunidad. Que podia pasar? que me quemase, si, claro, pero el mar esta cerca y siempre puedes tirarte, no? Uau, que pasada! Es emocionante sentir el calor del fuego y oir su crepitar; como suena cuando lo bailas!. Me presto por la vida y me senti orgullosa de mi misma, por haberme atrevido y haber salido ilesa. Esto prometia. Y vaya que si!
En Ton Sai el ambiente que se respira es el de la buena onda de los lugares de encuentro de los escaladores. Hay tantos de nuestro pais que los thais ya empiezan a chapurrear el castellano. Y en breve tendran que empezar con el catalan porque muchos son de por alla. He conocido a dos de ellos, Carles y Roger, que me acogieron con los brazos abiertos. Mas bien me adoptaron, diria yo. A mi y a Dotan, un israeli que se pasa tres o cuatro meses escalando y el resto haciendo surf y que fue a la primera persona que conoci nada mas llegar a Ton Sai. El tipo es un jefe, en su dia invirtio en bolsa, se saco una pasta y compro casas que ahora alquila. Vive de las rentas. Un tipo listo, o "lucky" como dice el. La cuestion, que los tres me llevaron de un lado a otro con ellos y hasta me dieron la oportunidad de escalar. Mi primer 6a, que es lo minimo que hay por alli al parecer. Claro esta que me ayudaron un poquito estirando de la cuerda y con sus consejos, a los que al parecer, segun me dijo Roger, no hacia ni caso. Ups! pero bueno, subir, subi. Con mas o menos estilo (cero probablemente) pero llegue a la reunion. Bien! Tambien hacia anhos que no me enfundaba en unos pies de gato ni acariciaba la roca. Que buena sensacion! Es tan gratificante y satisfactorio...Me gusta, si senhor. Una de las vias que hice era una chorrera. Parecia como si fuera roca fundida que hubiera manado del interior de la montanha, como si hubiera ido cayendo a la tierra poquito a poco para solidificarse inmediatamente e ir modelando de ese modo sus formas suaves y redondas. Desde arriba la vista es espectacular. Es como estar viendo un paraiso, con el mar color esmeralda compitiendo en hermosura con la tierra. Realmente increible.
Ambos dias por la noche salimos a cenar y tomar unas cervecitas. La comida aca es deliciosa, exquisita. En una de estas conoci a Edu y Raul, dos madrilenhos que tambien andaban por aqui, y a Yoli y Alfredo, un asturiano emigrado a Benasque. Todos majisimos, muy simpaticos. Con Carles y Roger, buena onda, me siento a gusto. Son encantadores y me tratan muy bien. Se hacen querer. Que bueno es poder encontrarse con gente asi, de la que tiene el corazon grande, muy grande. Que pena que el tiempo pase tan rapido y que mi estancia aqui sea tan corta. Me sabe a poco pero me deja muy buen sabor. Me planteo en serio perder el billete de avion que tengo comprado para regresar a Bangkok. Al fin y al cabo, es solo dinero y una oportunidad como esta no se plantea siempre. Pero tengo que continuar mi viaje, tengo que ir a conocer Angkor Wat en Camboya y quiero llegar a Vietnam. Se que si me quedo soy capaz de estar aqui hasta que llegue el momento de regresar a casa. Me encuentro en mi habitat natural, comoda, libre, feliz. Pero se que este es un lugar al que voy a regresar, seguro. No tengo la menor duda. Y cuando asi sea, sera para venir con tiempo y poder saborearlo a gusto, con calma. Y quien sabe, quizas, al.lots, volvamos a reencontrarnos aqui de nuevo.